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Conoce a nuestros participantes: Theresa Bonfiglio

Theresa Bonfiglio creció en el North End durante la Gran Depresión con ocho hermanos. Su madre era una lectora ávida y a pesar de solo haber terminado hasta el octavo grado, trabajaba como contadora. "Éramos muy pobres, pero todo el mundo era muy pobre. Eran los días de la depresión, así que nadie tenía nada. Pero éramos muy felices. A veces, cuanto menos tienes, más feliz eres", cuenta Theresa.

Cuando Joseph, el esposo de Theresa, falleció ellos tenían 65 años casados. "Tenía un gran hombre; ya no los hacen como él", dice Theresa. "Después de 18 días de haberlo conocido nos comprometimos. Cuando nos conocimos, él estaba de permiso en el ejército y su compañía estaba a punto de ser enviada a Japón. Ese mes leí la lista de soldados y me enteré de que su barco había sido desviado y volvía a Boston. Si no hubiera regresado entonces, nunca me habría casado con él". Esperaron seis años antes de tener un hijo, Peter. "Mi hijo es un chico maravilloso, como su padre".

Theresa descubrió Neighborhood PACE cuando su esposo necesitó más cuidados de los que ella y Peter podían darle. Peter recuerda que al principio no estaba seguro de las muchas ventajas del programa. "Cuando mi madre me dijo que mi padre iba a inscribirse en PACE, me explicó el programa, pero yo no creía. Al fin y al cabo, ya teníamos cuidadores. De verdad, ¿podía ser tan bueno ese programa? Pero hicieron un trabajo maravilloso para ayudar a mi padre. Coordinaron todo en nuestro nombre. Creo que le dieron un par de años más de vida".

Después del fallecimiento de su esposo, Theresa se encontró viviendo sola en su duplex de East Boston. "Mi hijo quería que vendiera la casa y viviera con él. Pero yo no quería; quería mi independencia", explica. "Así que él y su esposa, Ronda, acabaron mudándose al apartamento de arriba". Theresa sabía que PACE era la opción adecuada para recibir el apoyo médico que necesitaba. Se inscribió en Neighborhood PACE y empezó a visitar el Centro PACE tres veces por semana. Un asistente de cuidados de salud también va a la casa de Theresa todas la mañanas para ayudarla a vestirse.

Peter está feliz de ver a su madre tan bien. "Con todas las cosas que tengo que hacer en el trabajo, además también tengo familia, el programa PACE ha sido una bendición. Me ha dado mucha tranquilidad. Muchas veces tuve que manejar desde West Peabody tarde en la noche porque mis padres necesitaban ayuda. Ahora estoy tranquila y mi madre recibe cuidados de salud excelentes. No queda piedra sin remover".

Theresa comparte con entusiasmo la opinión de su hijo sobre la atención médica que recibe en Neighborhood PACE. "Si necesito cirugía o si necesito un especialista, recibo la atención que necesito. Te envían a los mejores".

Dos veces al año, el programa PACE visita la casa de Theresa para evaluar su entorno en cuanto a seguridad y accesibilidad, asegurándose de que tiene todo el equipo de adaptación que necesita. Theresa valora especialmente el servicio de transporte del programa PACE, que la recoge para las citas médicas y la lleva de vuelta a casa. Le gusta que le entreguen los medicamentos en envases cómodos y que ya no se tiene que molestar con los copagos y las facturas de los proveedores de atención médica o servicios de salud.

A Peter le gusta poder colaborar de lleno en el cuidado de su madre. "El equipo PACE me da actualizaciones todo el tiempo y siempre puedo llamar con cualquier pregunta. El médico de atención primaria de mi madre es maravilloso y su enfermera practicante es excepcional. Se pone en contacto contigo enseguida y va de la A a la Z. Nunca te da prisa por teléfono y es muy buen en dar seguimiento. Toda nuestra familia está encantada: yo, mi esposa y mis hijos. Están muy orgullosos de mi madre. Es una persona vivaz, su mente está activa todo el tiempo. Si no fuera porque PACE la recoge y la lleva a hacer cosas, estaría sola en casa la mayor parte del tiempo. Soy el admirador más grande del programa PACE".

Desde que participa en Neighborhood PACE, Theresa ha visto una gran mejoría en su calidad de vida. Una de las cosas que Theresa había querido hacer, es colgar su propia ropa en el armario. "No podía hacerlo", se ríe, levantando los brazos por encima de la cabeza. "Mi hijo tenía que bajar y colgarlas por mí". Este logro ayudó a Theresa a recuperar su independencia.

Theresa se siente afortunada de formar parte del programa PACE. Algunos de sus familiares que viven en otras zonas del país no tienen acceso al mismo nivel de atención.

Mi familia no puede creer el cuidado que estoy recibiendo. Es increíble. Este lugar es maravilloso. Nunca voy a poder pagar a Neighborhood PACE por todo lo que ha hecho por nosotros.